La foto de la izquierda muestra el modelo de volante que monta mi quatrelle. Una de sus características es que es un plástico engomado del que pasado unos años y junto a la humedad que existe termina desprendiéndose y manchandome las manos y con textura pegajosa, lo que me obliga a cambiarlo. A mi antigua F6 también se lo cambié y en esta ocasión no voy a buscar uno mas nuevo, justamente uno mas antiguo, me interesé por el que está en la foto superior, el modelo del super, con unos 10 años más de antiguedad. Internet me facilitó un contacto con el que llegamos a un acuerdo. Cuando llegó a mi poder mi decepción fué grande, no caí que las cogidas son totalmente distintas, por lo que la inversión fué para nada.
Uno de esos días de turismo de desguace, me sorprendío encontrar un super de los sesenta, con pocas cosas que rescatar, pero me acerqué y voilá, la barra de dirección estaba en un estado bastante bueno, pese a lo apreciado en la foto. ¡YA TENGO VOLANTE!,
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